miércoles, 19 de junio de 2013

The jungle comes to you

El FMI ha leido la anterior entrada y ha decidido dar un saltito más. Nos encaminamos sin remedio y partiendo de la nada, a las más altas cotas de miseria. Es decir, estamos en la senda de ser más competitivos. El FMI, tan competitivo él, y después de advertir que quizás se exageró las bondades de la austeridad en un escenario generalizado de crisis, nos da con la de arena. Ahora resulta que hay que bajar sueldos y abaratar el despido. Tampoco es que tengamos que reducir los sueldos a 37 euros el mes, por lo menos no de momento, o por lo menos no de golpe. 
Estamos invadidos por productos de economias modernas y competitivas como la china, la birmana, la camboyana, la india....
En estas economia los salarios y el despido son mucho más baratos que en España, al igual que la dignidad. Pero todo se andará. Propone "el compromiso de los empresarios de generar incrementos significativos en el empleo a cambio de la aceptación por los sindicatos de una significativa moderación salarial". Es decir, usted bájese el sueldo hoy y yo, ya mañana, crearé empleo. Y quien dice mañana dice pasado oiga, que no es cosa de meter prisa. Usted renuncie hoy por una promesa futura, venga esta o no venga. Y si después de bajar los sueldos los empresarios no cumplen con su compromiso, pues nada, mala tarde, lo hemos intentado. Y el compromiso así en abstracto, sin cuantificar cuantos puestos se han de crear ni en que plazo, eso si, cuantificando al céntimo de que rebaja salarial estamos hablando.

Para los más inquietos les propongo el juego de adivinar de que lado está la fuerza de la negociación y quien corre más peligro de perder con esta proposición.

Otra propuesta para fomentar la contratación son “algunos incentivos fiscales a través de reducciones inmediatas en las cotizaciones a la Seguridad Social compensadas por incrementos en la recaudación por imposición indirecta en el medio plazo”.

Olé. Quitamos impuestos directos, los que gravan el beneficio (IRPF o sociedades, en la lista de futuras rebajas), o impuestos a la parte empresarial de la población y para compensar subimos el IVA. Esto significa un desplazamiento de la carga fiscal en beneficio de los que más tienen, y de los empresarios a los asalariados. Los impuestos directos gravan beneficios, si los hay, en el IRPF de forma escalar. Quien no tiene beneficios no paga. El IVA lo paga todo el mundo cuando compra el pan, el empresario, el parado, el inmigrante sin papeles e incluso Emilio Botín. Y todos pagan lo mismo, el 21%. Un impuesto que no supone nada para unos cuantos y mucho para una gran mayoría. Básicamente el IVA, como cualquier impuesto indirecto, es un impuesto insolidario al no ser progresivo ni en función de su situación económica, y esos impuestos indirectos son los que se estan primando en detrimento de los impuestos directos, que tienen en cuenta la capacidad de pago para aplicar una capacidad recaudatoria. Todo ello, sumado al continuo empeoramiento de las relaciones laborales de los asalariados. El que no quiera ver una corriente económica detrás de esto que no lo vea, cada uno es libre de taparse los ojos cuando quiera, de momento.

Lo que está claro es que, por esta vía, y otras que ahora no vienen al caso como la fiscalidad del capital, se producirá una concentración de la renta en menos manos. El bienestar de un país no se mide por su PIB absoluto, sino por el reparto de este entre la población por las implicaciones de reparto de poder que ello supone. Un país más desigual se mantiene de dos formas, o con más represión, o con más miedo. El problema es que de las dos uno acaba cansándose y liberándose. Todo esto sin hablar del tipo de país que queremos ser como sociedad, si es que queremos ser algo.

Casualmente la dotación económica de los antidisturbios es de lo poco que ha crecido en los presupuestos, y desde el FMI y otros centros de sabios que nunca se equivocan no se cansan de repetir mantras como, no hay salida, es lo único que se puede hacer, podria ser peor, se ha salvado al país y otras cosas que se traducen en dar sustitos para mantener el miedo en el cuerpo.

De Guindos prometió una agresiva reforma laboral. Aquí no utilizó eufemismos para niños de teta como desaceleración económica, desaceleración de la creación de empleo, crecimiento negativo o movilidad geográfica exterior. Aquí, a cara descubierta. Agresivo. Que agrede. ¿A quien agrede?, la patronal estaba muy contenta el dia de la presentación en sociedad de la reforma laboral. Tanto que no pudieron evitar un "que no se os vea sonreir". No, la patronal no se sentia agredida así que....

Pero esto tiene que servir para algo. Y ahí está el FMI, para decirnos que hay vida después del tunel, pero a su manera. Se limita a señalar que “aunque hay signos de que la contracción de la economía podría terminar pronto, las perspectivas siguen siendo difíciles. Es decir, la caña y la zanahoria, y p'alante. Desde el gobierno se dice que la reforma ha evitado más destrucción de empleo aún. Y la EPA revela que desde el comienzo de la aplicación de la reforma se han perdido  más de 800.000 puestos de trabajo. Así que asegurar que la reforma ha impedido despidos es como decir que el pedo que me tiré el martes pasado a las 14:35, ha evitado más destrucción de empleo. Demuestre lo contrario. 

Haremos caso, pues, al FMI e iremos bajándonos progresivamente los salarios. Todo sea por ganar competitividad, sea lo que sea eso, y represente lo que represente para el trabajador de la fábrica ROCA. Alegrémosnos pues. Al fin y al cabo, el número de millonarios en España aumentó un 5,2 en 2012, si eso es algo por lo que el frutero de la esquina tenga por que alegrarse.

Paralelamente, y a nivel español, la pobreza ha aumentado un 8% en el periodo de 2006 a 2011, según un estudio de un viejo conocido de la época de la universidad. 

¿Comenté antes el efecto redistributivo de la renta que tenian las actuales políticas económicas?

Camboya, here we go!!!!

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